Quedó allí, quieta
varada en el tiempo
Los ojos, cristales
La boca, una mueca
Le pregunté por qué
Me respondió un no sé
un no quiero
un no entiendo
un me muero
La envolví en mi sudario
Te envolví en mi recuerdo
Lo que fuiste
lo que eras
Nada quedó fuera
Toda tú
huesos y piel
Toda tú
agua y arena
Toda tú
tras esta puerta
Toda tú
Y yo esperando
a que cuando quieras
vuelvas.
©María José Hernández Hernández
7 junio, 2017 at 6:53 am
Me produce tristeza, desasosiego, dolor de pérdida y un poquito, muy poquito, de espera sin esperanza, de esperanza sin ilusión.
Precioso
7 junio, 2017 at 11:49 am
Algo de eso hay. Dolor y desencanto. La vida nos da sorpresas, sorpresas nos da la vida, ay ay… Y lecciones de paciencia.
6 junio, 2017 at 8:22 pm
Corto y completo ,como si saliera de mi alma. Un beso
6 junio, 2017 at 11:43 pm
Un beso para ti, amiga mía. Y un abrazo muy fuerte con mucho cariño. Ánimo y fuerza.
6 junio, 2017 at 7:02 pm
También muy bonito.
Pero más enigmático.
Supongo que la clave está en la foto.
¿Sí?
6 junio, 2017 at 7:16 pm
Así es, Carlos. La clave esta en la foto.